lunes, 29 de junio de 2009

Improbable


Construyamos algo improbable
Para que el mundo nos viva con rencores
Que sufran de envidia los honestos
Sin importar mis trece años menos:
Regalame una vez al tiempo
De tu calor cuando llegue la madrugada inevitable

Inventemos una manera de querernos desde lejos
Sin haber tenido una luz amarilla o una luna caliente
Díctame una risa de lejos escondida en el humo de tu cigarro.

Detallemos con un inventario los imposibles de nuestra relación,
Y una lista de imprudencias que podamos hacer
Improvisemos un rincón de dos.

Vos y yo,
Sin tener nada en común
Más que las horas alejados
Mas que las ganas de algo, que a saber.

Perdámonos en las ansias
Y hagamos algo que nadie acepte,
Algo satanizado por la vida entera.

Hagamos el trato de seguir adelante
pese a las voces de las mentiras, del odio y los celos
De quienes nunca tuvieron valor de romper las reglas
Haciendo caso omiso de estar tan lejos y a la vez siempre tan lejos.

Dediquémonos miradas disimuladas
Querámonos en las cartas
En las canciones que tocas
En los poemas que me cuesta escribir
Y que vos y yo después podamos cantar y recitar a los pies del mar

Sin reglas
Sin compromisos ni desgracias
Siguiendo las melodías del cuerpo
Cuando tu guitarra rompe el silencio

Murámonos de las ganas de los secretos y mentiras.
Construyamos un monumento en honor a los amores no probables

Murmuremos sobre amor
Que no tenemos, ni tendremos.
Para que nuestras ganas terminen metódicamente
Sin otra cosa más que con la cordura y amabilidad que siempre nos regalamos.

martes, 23 de junio de 2009

...

En algún lugar del tiempo,
Vinimos a encontrarnos,
Alguna madriguera llego a esconderme de tu ausencia.
Algún poema tuyo llego a sacarme de tu descuido;
Llegue a encontrarte en algún lugar esfumado del mapa de mi existencia,
Donde no creí que estabas.

Pero no te encontré en la misma entrada angosta,
Ni en la misma circunstancia,
Ni en la misma hora,
Cuando vos estabas ahí, yo caminaba obviándote.

Siendo siempre tuya mi añoranza,
Siendo tuya mí presencia,
Siendo tuya como la noche al día,
Ignorados los dos por el fresco transcurrir.

Caben en tus manos mis lágrimas,
Evaporadas en las tormentas de mis inviernos;
Los fuegos cruzados de los sucesos,
En el infierno sin tu compañía.

Cuantas madrugadas se han perdido nuestros abrazos,
Cuantas miradas hemos malgastado en rostros ajenos,
Cuanto hemos desencontrado nuestras formas.
Me alegro de aun registrar tu mirada dentro de lo que extraño,.
Tu mirada de colores congelados en el trayecto del tiempo y la añoranza.

No se como llegaste de nuevo a mi vida,
Pese a la distancia,
Pese a las épocas,
Pese a la agonía innegable,
Pese a que todo lo que te amo;
Lo he construido con cera de recuerdos,
De encuentros y despedidas.